Fue obispo de Amiens (Francia), al rededor del siglo VI, nacido en Port-leGrand (Pothieu), no conociéndose la fecha exacta de su nacimiento. Murió ahí mismo un 16 de mayo del año 600. Miembro de una de las familias más importantes de Francia, con el Obispo Sant Beat como maestro y guía espiritual, pasando a ser su sucesor.
Según se cuenta tradicionalmente, durante su consagración, un rayo divino y un aceite misterioso descendió sobre su cabeza, Dios quiso confirmarle con un prodigio que pudieron ver todos los asistentes.
San Honorato proclamaba a molineros y panaderos como sus protegidos. El culto a San Honorato se extendió fuera de los límites del obispado por todo el país, y más tarde, más allá de las fronteras.
El panadero Renold Theriens, regaló en 1102 unos terrenos en París para construir una capilla en honor al santo. Más tarde llegó a ser una de las más ricas de París, dando lugar a la Rue y al Faubourg Saint Honoré, una de las calles más alegres de la capital gala. En 1400, los panaderos de París establecieron su cofradía en la Iglesia de San Honorato, celebrando desde ese momento su fiesta patronal el 16 de mayo y propagando su devoción y patronazgo por todo el mundo.
Era tan grande esta devoción, que en 1659, Luis XIV ordenó que cada panadero debía asistir a la fiesta de San Honrato el día 16 de mayo, al servicio divino, y pagar todos los domingos una retribución a la comunidad.
No en todas partes se le rinde culto a San Honorato, en otros lugares fué a San Ludardo, que en el siglo XIII ejerció profesión de panadero, en Saint-Denis se venera a Sant Illes, porque su nombre en griego significa trigo, en Flandes y otras localidades belgas se venera a San Ambert, obispo de Cambrai, habiendo sido un panadero curado por su mediación. En Valencia la Virgen de la Merced, en Castellón, Nuestra Sra. de Lidón, en Zaragoza, Santa Rita de Casia, en Barcelona también fueron patronos de los panaderos San Gim y San Juan del Pan.
Otros santos de los panaderos con la Virgen de las Mercedes (Valencia), Santa Rita (Zaragoza) y la Virgen del Lledó (Castellón).
Al ser proclamado obispo, que cuenta, que su madre estaba cociendo pan en la casa (posiblemente con Masa Madre y de una manera semejante a la que podemos hacerlo en Biopanadería hoy en día) cuando esta acogió la noticia de su consagración con una sorpresa incrédula. Así ella, le dijo a su hijo que sólo se lo creería si convertía en un árbol la requemada pala que utilizaba para hornear, y esta echase raíces. Confirmando a su palabra, San Honorato plantó la pala en el patio de la casa, que más tarde se convertiría en una morera. Desde entonces, el santo patrón, es disputado por floristas y panaderos.